Rata negra

Ilustración deAlfons Raspall.

Rattus rattus Linnaeus, 1758
Muridae

Otros nombres
CatalánRata negra
CastellanoRata negra
InglésBlack rat
FrancésRat noir
VascoArratoi beltza
GallegoRata cincenta

Descripción

Junto con la rata común (R. norvegicus) son las dos especies representantes del género Rattus. La rata negra y la comuna son especies muy similares, pero difieren porque la rata negra es más grácil, con el cuerpo más alargado, la cola y las orejas más largas y el hocico más puntiagudo. La longitud de la cabeza y el cuerpo de la rata negra oscila entre los 17,6 y los 21 cm. La cola es larga, escamosa y prácticamente despoblada de pelos, mide entre 18,4 y 23,5 cm., superando así la longitud de cabeza y cuerpo (no ocurre lo mismo con la rata común). Las hembras son ligeramente menores que los machos. La coloración dorsal de la rata negra es oscura (más que la de su prima la rata común) y el vientre es más claro (entre blanco, amarillo y gris).


La rata negra es un animal crepuscular y nocturno, a pesar de que algunos individuos se pueden ver de día. Se organiza en grupos jerarquizados dominados por un macho adulto y dos hembras subordinadas.

Se puede encontrar muy raramente ocupando las cajas nido para lirón gris.


Distribución

La rata negra es una especie paleártica probablemente originaria del sur de Asia y que actualmente se distribuye por las zonas tropicales y templadas de esta región. En Europa se conoce su presencia asociada al hombre desde la edad del Bronce. El fuerte vínculo que mantiene con el hombre le ha facilitado colonizar prácticamente todo el mundo, llegando incluso a las dos Américas, el Caribe y en numerosas islas del Pacífico. En Europa se encuentra prácticamente en todo el territorio excepto los países escandinavos, y es abundante en el Mediterráneo. Aunque de manera dispersa, esta especie habita en toda la península Ibérica, incluso en Baleares y Canarias. Su distribución está condicionada por la de la rata común, la cual es más resistente, fuerte y agresiva y suele desplazarla.


[El mapa muestra los cuadrados UTM 10x10 donde se ha detectado la especie ya sea en estaciones de seguimiento o a partir de citas puntuales.]

Hábitat y alimentación

Es un animal presente en numerosos tipos de hábitats y gracias al comensalismo, se puede distribuir por todo el territorio, desde cotas muy bajas cerca del mar, hasta los Pirineos. La podemos encontrar tanto en zonas boscosas con importante sotobosque, como en campos de cultivo, principalmente con plantaciones de frutales u ocupando también edificaciones humanas. La competencia por el territorio con su pariente la rata común, parece que la ha desvinculado de las zonas más bajas y cultivadas y la ha desplazado hacia zonas más boscosas y también más elevadas. Es una especie con una gran capacidad para trepar y eso le favorece en este tipo de ambientes. Por este motivo también puede ocupar en alguna ocasión las cajas nido. A medida que nos acercamos a los Pirineos, parece que R. rattus queda como representante único de su género, vinculada a las construcciones humanas.

Es una especie omnívora, capaz de comer cualquier alimento.


Alimentación



Reproducción

El ciclo reproductor varía en función del lugar donde habita. Las poblaciones más silvestres que viven en el exterior tienen un ciclo estacional, a pesar de que hay machos activos todo el año, su porcentaje en invierno disminuye considerablemente. Las hembras están activas desde febrero hasta octubre, regidas en gran parte por la duración del fotoperiodo. En estas poblaciones, suelen desarrollar dos gestaciones anuales. Las poblaciones del sur pueden producir un descanso estival. Las poblaciones que habitan en construcciones humanas tienen actividad sexual todo el año, ya que ni las condiciones ambientales ni los recursos alimenticios son limitados. En estas condiciones las hembras se pueden reproducir de manera ininterrumpida y hacer hasta cinco camadas anuales. Los animales que viven en el bosque construyen nidos en las copas de los árboles con ramas y hojas que cortan con los dientes. Los nidos suelen ser esféricos, con una sola entrada y con el centro apretado de hojas donde nacen las crías. Las poblaciones comensales suelen hacer los nidos en desvanes o debajo de los tejados, acumulando también restos vegetales, trapos o plásticos.


La gestación dura unos 21 días y la lactancia un mes. Las hembras alcanzan la madurez sexual a las 6 o 7 semanas de vida, y los machos a partir de las 7 u 8 semanas. El número de crías puede oscilar entre 1 y 12, pero lo más frecuente son 7. El promedio de vida de la especie difícilmente sobrepasa el año (típico de especies con alta tasa de renovación).